Los problemas ambientales que enfrentamos actualmente ha llevado a la humanidad a buscar nuevas fuentes de energía que no impacten negativamente a nuestro planeta. Una estrategia bastante efectiva es buscar cómo reaprovechar recursos que anteriormente se consideraban inútiles tras finalizar un proceso: los desechos industriales.
ÍNDICE
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Localización y cuantificación de las energías residuales
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¿Cómo aprovechar lo que desechamos?
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Valorización energética de residuos
Bajo este contexto, surge el término “energías residuales”, que hace referencia a las fuentes de energía de origen natural o industrial que no se aprovechan y llevan a una pérdida de energía térmica. Actualmente, las empresas se están dando cuenta de que representan una oportunidad, y cada vez son más las que utilizan diferentes tecnologías para recuperarla y transformarla para otros usos.
En otras palabras, la energía residual es aquella generada como subproducto de un proceso de producción principal, como lo está haciendo Veolia en su Centro Ambiental en San Luís Potosí, una planta waste-to-energy que transforma los residuos industriales que no son susceptibles a ser reciclados, en energía renovable.
La energía residual puede ser generada a partir de desechos orgánicos e inorgánicos, tales como aguas residuales, sanitarias e industriales, aceites comestibles de desecho, rellenos sanitarios, residuos forestales y/o agrícolas, residuos sólidos urbanos orgánicos e inorgánicos.
Localización y cuantificación de las energías residuales
Por lo común, los gases y aguas calientes suelen ser los principales focos de energía residual que podemos encontrar. Cuanta más energía se necesita para realizar el proceso, más energía nos puede aportar.
De esta manera, las empresas inician el proceso de revisión de sus procesos y recursos (en calderas, hornos, secadores, compresores, motores, etc.) para identificar cómo y cuánta energía residual pueden aprovechar. Al analizar esto, podrán comenzar a diseñar un plan de recuperación.
En palabras simples, este proceso permite a las industrias identificar en dónde se está desperdiciando energía para redireccionarla a nuevos fines, con la finalidad de reducir costos y reducir su huella de carbono e impacto ambiental.
¿Cómo aprovechar lo que desechamos?
En realidad todo dependerá de las características particulares de cada industria; sin embargo, hay diversas formas de aprovechar lo que desechamos para convertirlo en energía. Veamos algunos ejemplos:
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Cogeneración
La cogeneración es la producción simultánea de calor útil y electricidad a partir de un mismo combustible o fuente de energía primaria. Se basa principalmente en la recuperación del calor residual.
En lugar de que éste sea liberado al ambiente, la energía puede ser utilizada en diversos rubros como calefacción de espacios, calentamiento de agua, así como otros procesos térmicos o de refrigeración que se encuentren cercanos a la planta de cogeneración.
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Biomasa
Se trata de la materia orgánica constitutiva de los seres vivos, sus excretas y residuos no vivos: todos ellos recursos naturales. Este material puede ser empleado para producir electricidad o calor.
Ejemplos de este tipo de fuente de energía son madera, desechos del bosque, cultivos energéticos, entre otros. Los tipos de residuos utilizados como biomasa se puede clasificar según su estado:
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Biogás
Como su nombre indica, el biogás es un gas cuya obtención es completamente sustentable, pues proviene del metano y dióxido de carbono liberado a partir de la degradación anaeróbica de residuos orgánicos, como madera, residuos ganaderos, agroindustriales y domésticos.
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Bioetanol y biodiésel
Estos son considerados como combustibles, pero también pueden usarse para la producción de calor y energía. El bioetanol es un combustible renovable producido a partir de residuos o de cultivos sostenibles y se considera como una energía renovable.
Por otro lado, el biodiésel es un combustible 100% vegetal y 100% biodegradable, así que se considera como una energía renovable e inagotable, que no genera residuos tóxicos.
Valorización energética de residuos
La valorización de los residuos o de las aguas residuales representa una solución prometedora. Hoy en día, representan una fuente que puede transformarse en energía, ya sea en forma de calor, electricidad o carburante, que puede traer muchos beneficios para sus usuarios dentro de las industrias, así como para el medioambiente.
Se trata de un mercado en pleno desarrollo que, sin duda alguna, es el futuro hacia donde las empresas e industrias deben ir para cumplir con las diversas regulaciones y apostar por un mejor mañana para todos.
Bajo esta premisa, una de las empresas que está bien posicionada en el mercado de la valorización energética de los residuos, es Veolia, aportando múltiples innovaciones y soluciones diseñadas especialmente para acompañar a las empresas hacia la transición energética.