¿Cómo se benefician las industrias con el cuidado del medio ambiente?
El cuidado del medio ambiente ya no es una opción. En la actualidad, todos debemos aportar a...
El desarrollo de un país en materia económica es sumamente importante. Por ello, se deben generar oportunidades para facilitar el establecimiento y la prosperidad de empresas e industrias. Sin embargo, en la actualidad enfrentamos un reto transversal de suma urgencia: el cuidado del medio ambiente. Esto obliga a encontrar un equilibrio perfecto entre el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental.
En este artículo te hablaremos sobre los aspectos más importantes respecto a cómo se conjuga la protección del medio ambiente con el crecimiento económico vinculado a las industrias, con el propósito de por qué buscar la sostenibilidad de la industria.
Para hablar de sostenibilidad en la industria, es necesario conocer un concepto crucial: el Desarrollo sostenible.
El término fue acuñado por la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo de las Naciones Unidas en 1987 para señalar una meta: “La satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
Así, con base en esta idea, se diseñaron estrategias y acciones para preservar los recursos naturales a través de 3 principales pilares:
A través de estos tres pilares se busca promover la sostenibilidad económica para las empresas, mejorar la calidad de vida de todas las personas y promover el bienestar social en todos los niveles, desde las personas hasta las naciones.
De esta manera, se busca que las empresas e industrias utilicen recursos para satisfacer las necesidades, propias y de los individuos, de forma responsable, garantizando el equilibrio entre el cuidado del medio ambiente con una perspectiva global y promoviendo el desarrollo social.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la extracción de recursos ha aumentado más del triple desde 1970. Adicionalmente, se ha experimentado un incremento de 45% en el uso de combustibles fósiles en el mismo periodo.
En este sentido, la extracción y procesamiento de los materiales y combustibles fósiles generan la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo; mientras que son responsables de más del 90% de la pérdida de biodiversidad y escasez de agua.
Frente a las consecuencias medioambientales negativas que la producción y consumo actuales conllevan, las industrias deben encabezar la transformación de sus operaciones promoviendo el desarrollo sostenible, a fin de revertir el impacto que sus modelos actuales tienen. Por ejemplo, se estima que en la Zona Metropolitana del Valle de México se generan cerca de 30 millones de toneladas de dióxido de carbono de las cuales 17% son generadas por el sector industrial (UNAM).
Las industrias pueden abanderar sus cambios en los siguientes rubros:
Los recursos naturales –sin importar si se tratan de renovables o no– son el motor de todas las industrias a lo largo y ancho del planeta. Conforme las naciones se desarrollan en campos como la industria, economía y tecnología, utilizan esos recursos para impulsar su crecimiento. Estos forman parte de lo que llamaremos “capital natural”.
El “capital natural” se define como “el inventario de recursos naturales renovables y no renovables –como plantas, animales, aire, agua, suelo, minerales– que, combinados, proveen beneficios a las personas”.
Las empresas e industrias deben ver a los recursos naturales que utilizan para mantener sus operaciones como “activos”, los cuales deben preservar a fin de mantener la eficiencia de las mismas e invertir en su sustentabilidad a largo plazo con el propósito de obtener beneficios de ella en un futuro.
Según menciona el Banco Interamericano de Desarrollo, “ la riqueza natural [...] es importante para la estrategia empresarial y el desarrollo productivo. El desempeño ambiental y un manejo sostenible de los recursos naturales contribuye con la competitividad de un país mediante la implementación de estándares, innovaciones y tecnologías ambientales que mejoran la productividad de las empresas, atraen inversiones y promueven nuevos sectores y productos. El aumento en la competitividad contribuye, a su vez, a la productividad y el crecimiento económico”.
Es importante tomar medidas encaminadas a la sostenibilidad social y de recursos en las industrias. Debido a ello, e. Sin embargo, la protección ecológica no sólo es el único beneficio, sino que las industrias pueden beneficiarse de aspectos como:
Aumento de la productividad
Procesos productivos optimizados y eficientes
Ahorros económicos
Mejoramiento de imagen
Diferenciación competitiva
Menos riesgos operativos
Reconocimiento por parte de consumidores
Dentro de la agenda 2030 de la ONU, se establece que una de las metas rumbo a ese año es promover una industrialización “inclusiva y sostenible” que, junto con innovación e infraestructura, pueda promover una economía dinámica y competitiva que favorezca el empleo y el desarrollo económico de las naciones.
Este objetivo se sustenta en la introducción de nuevas tecnologías y el uso eficiente de recursos, así como la investigación científica.
Si las industrias desean aportar a este cometido y obtener los beneficios que el cuidado del medio ambiente puede tener, pueden poner en práctica medidas como las que sugiere el Fondo Mundial para la Naturaleza en colaboración con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional:
De acuerdo con la Secretaría de Energía, durante el 2020, el consumo final de energía por parte del sector industrial en México fue de 1, 418, 045 PJ. Este enorme consumo de energía tiene un impacto considerable en el medio ambiente, lo que obliga a que la industria adopte acciones de eficiencia energética que les permitan reducir su huella ecológica.
En bodegas, edificios y lugares de almacenamiento se pueden tomar medidas que vuelvan más eficiente la iluminación, refrigeración y climatización. Además de adecuar las instalaciones con sensores de movimiento y bombillas de bajo consumo, algunas industrias generan vapor y electricidad, mismo que puede usarse posteriormente para otros procesos.
Algunas medidas en cuestión de transporte que las industrias pueden tomar involucran la optimización de recorridos para la recolección de insumos; utilizar vehículos alternativos en los procesos que lo permitan, como vehículos más pequeños, autos eléctricos, bicicletas de carga o motocicletas; planificar y monitorear las rutas y tiempos de transporte mediante tecnologías de navegación; entre otras.
De acuerdo con la Revista INGENIO de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas (Universidad Central del Ecuador, 2020), el desarrollo de instalaciones para generar energía mediante recursos renovables y el uso de la misma resulta más barato que la utilización de fuentes de energías convencionales.
Algunas de las energías renovables o fuentes alternas que tienen un mayor auge en la actualidad son: energía eólica, energía solar, biocombustibles, energía geotérmica y la tecnología waste to energy (WTE).
En México, la cantidad de energía generada de fuentes renovables se duplicó en el periodo de 2010 a 2019: de 13,515 a 25,648 MW, según reporta la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés).
A lo largo del país, contamos con:
68 parques eólicos
66 instalaciones hidroeléctricas
4 proyectos geotérmicos
Los cuales están distribuidos principalmente en estados como Baja California Norte, Sonora, Coahuila, San Luis Potosí, Jalisco y Puebla. Esto apunta a que en el país existen amplias posibilidades de crecimiento para el desarrollo de este tipo de energías renovables.
Otro ejemplo del éxito en la implementación de energías renovables lo encontramos en Costa Rica. Desde hace más de 10 años, más del 90% de la energía eléctrica proviene de fuentes renovables, llegando a 99.98% para diciembre de 2021.
Las tres fuentes principales en la energía costarricense son: hidroeléctricas (74.12%), geotérmica (12,97 %) y el viento (12,33% ).
El agua es uno de los principales recursos tanto para las personas como para las industrias. Su uso es de suma importancia y, por tanto, se debe garantizar su disponibilidad a futuro a como dé lugar.
De cara a un escenario de escasez hídrica en diversas regiones del mundo, las industrias deben tomar acciones ecológicas inmediatas para procurar su uso adecuado y, de ser posible, la revalorización de aguas residuales.
Por medio de tratamientos térmicos, físicoquímicos o de membrana el agua puede ser tratada para reintroducirse en un proceso de consumo. De igual manera, de efluentes es posible recuperar materiales, como metales raros, que pueden tener algún valor. Por otro lado, las aguas residuales tratadas pueden ser utilizadas para aplicaciones secundarias de las industrias, como el riego de espacios verdes.
Como una forma de buscar la sostenibilidad, las industrias deben comenzar a observar modelos productivos y de consumo que aprovechen al máximo los recursos y, por ende, minimicen el impacto ecológico. En este sentido, conviene analizar la economía circular y todos los beneficios que puede traer.
Se le conoce como economía circular a un modelo de negocios y sistema de aprovechamiento de recursos que tiene como propósito principal permitir que las empresas, en todas las escalas y niveles, puedan reducir, reutilizar y reciclar residuos.
Este tipo de economía está diseñado para convertir todos los residuos que producen las empresas y particulares en un recurso valioso y productivo que pueda ser utilizado nuevamente. Para ello, los "residuos" son reintroducidos en el ciclo de producción en lugar de eliminar los productos al final de su vida útil.
De esta manera, un modelo económico circular se basa en tres principios:
1. Reducir los residuos y la contaminación
2. Prolongar la vida y utilidad de los productos
3. Permitir que los sistemas naturales se regeneren
A continuación te mencionamos algunos principios claves que definen la forma en la que un modelo circular de la economía debe operar:
Se deben considerar los impactos medioambientales a lo largo del ciclo de vida de un producto e integrarlos desde su concepción.
Un modelo circular debe comenzar desde el diseño de los mismos productos y servicios, pues se debe procurar que éstos generen la menor cantidad de residuos posibles.
Se debe aprovechar al máximo los materiales. Esto involucra su reciclaje (transformar los residuos en nuevos productos o en materia prima para su uso posterior) y valorización (proceso en el que un residuo puede ser usado con un nuevo fin o como sustituto de materiales en otros procesos industriales).
A través del máximo aprovechamiento de los residuos evitamos que estos lleguen a convertirse en contaminantes para el medio ambiente. Esto da la oportunidad de que los sistemas y recursos naturales se rehabiliten.
El uso de fuentes renovables de energía es un pilar de la economía circular, pues estas aprovechan al máximo los recursos disponibles sin generar residuos contaminantes.
Este modelo de consumo puede tener ventajas generales, como:
Reducción y optimización en la extracción de recursos naturales.
Menor consumo de combustibles fósiles.
Alargamiento de la vida útil de los productos.
Menor generación de residuos.
Innovación tecnológica en rubros como la gestión de residuos, reaprovechamiento de agua y eficiencia energética.
Generación de nuevos empleos.
Desarrollo económico.
Generación de hábitos de consumo más sustentables.
Mayor independencia en las cadenas de producción.
Al implementar medidas en favor de una economía circular, las empresas son algunas de las principales entidades que pueden beneficiarse, pues ello les traerá:
Ahorro económico.
Estabilidad de costos.
Mejoramiento de imagen de marca.
Cumplimiento de regulaciones gubernamentales.
Convertirse en pioneros dentro de su industria.
El calentamiento global, la escasez de agua, la falta de recursos naturales y otros fenómenos medioambientales provocados por una sobreexplotación y consumo desmedido, son parte urgente de una agenda mundial en la que gobiernos e industrias buscan medidas para remediarlas.
La modernización de infraestructuras y la adopción de medidas sustentables deben ser prioridad para las diversas empresas sin importar su rubro. A través de ellas, no sólo se estará cuidando del medio ambiente, sino que se estará garantizando el desarrollo social y económico de la población mundial.
Nos acercamos a un “momento de la verdad”; es decir, un punto en el que nuestras decisiones y, más aún, nuestras acciones serán decisivas para el futuro de nuestro planeta. La búsqueda de la sostenibilidad es una inversión sumamente rentable, cuyos beneficios pueden apreciarse por toda la población.
El único camino viable para el crecimiento económico debe ir de la mano con la protección del medio ambiente. Cualquier otra forma de aprovechamiento de los recursos naturales sólo generará problemas y dificultades para el desarrollo verdadero, pues el capital de mayor valor, aquel que proviene de elementos naturales, se verá disminuido y, probablemente, agotado.
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