En la actualidad, la sobreexplotación de los recursos naturales y el impacto que esto tiene en el medio ambiente es uno de nuestros principales problemas. Por ello, resulta indispensable optar por fuentes de energía renovable que no solo actúan en favor del planeta, sino que también pueden llegar a satisfacer nuestras necesidades energéticas.
Una de estas formas de energía renovable la encontramos en nada más y nada menos que en los residuos. ¡Así es! Los desechos producidos por grupos de personas y actividades industriales pueden ser utilizados como una respuesta ante la actual crisis ambiental.
ÍNDICE
- El valor de los residuos
- Biomasa: una solución renovable
- ¿Cómo se convierten los residuos en fuentes de energía?
- Ventajas del uso de residuos como fuente de energía
El valor de los residuos
Según indica un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la región de América Latina y el Caribe se producen poco menos de un kilogramo de residuos sólidos urbanos (RSU) por persona al día. Esto representa una generación diaria de más de 658 millones de kilogramos.
De estos RSU, la gran mayoría tendrán como destino final los distintos vertederos y rellenos sanitarios a lo largo de los territorios; sin embargo, con una buena gestión, es posible reaprovecharlos como una fuente de energía muy valiosa para toda la población.
Los residuos sólidos urbanos son una mezcla de materiales llamados “energéticamente ricos”; es decir, que guardan el potencial para dar energía una vez alterada su estructura química. Dentro de estos encontramos papel, plásticos, materia orgánica y productos derivados de la madera.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) señala que las plantas que transforman los residuos a energía reducen cerca de 907 kg de basura a tan sólo 136 - 272 kg de ceniza, disminuyendo el volumen de los desechos en un 87% aproximadamente.
Por otro lado, cuando los residuos de origen vegetal o animal procedentes de actividades agrícolas, pesca, acuicultura o silvicultura, pueden ser aprovechados para obtener energía. A esto le llamamos “biomasa”.
Biomasa: una solución renovable
La energía reutilizable que se encuentra en los materiales que conforman la biomasa proviene del proceso de fotosíntesis y puede ser transformada en energía térmica, eléctrica o como un carburante.
Debido a lo anterior, es posible clasificarla de las siguientes maneras:
Según su origen
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Natural: Es aquella que se produce en ecosistemas sin intervención humana alguna.
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Residual: Es la que proviene de los residuos de actividades humanas.
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Cultivo energético: Son los cultivos explícitamente realizados con fines energéticos.
Según su estado
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Sólido: Aquí agrupamos aquellos residuos sólidos sin importar su origen. Algunos ejemplos son los residuos sólidos urbanos hechos de madera, los subproductos de la agricultura, así como diversas agroindustrias.
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Líquido: Bajo esta clasificación podemos encontrar los residuos industriales biodegradables, las aguas residuales urbanas y residuos ganaderos; así como aceites y biocarburantes.
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Gaseoso: Principalmente hablamos del metano o el biogás que se produce tras el procesamiento de otros residuos orgánicos.
¿Cómo se convierten los residuos en fuentes de energía?
Para transformar los residuos en fuentes de energía se requieren de ciertos procesos tecnológicos. Algunos de ellos son:
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Procesos de tecnologías de tratamiento térmico
Incineración: Consiste en la quema de residuos a altas temperaturas; con el calor que se genera se obtiene vapor y este, a su vez, impulsa una turbina para producir electricidad.
Gasificación: Es cuando se aplica calor a los residuos, junto con oxígeno y presión para transformarla en gas de síntesis, también conocido como syngas; el cual se puede usar como combustible.
Pirólisis: La pirólisis es similar a la gasificación, sólo que en este proceso no se añade oxígeno. Uno de los productos de éste es –al igual que la gasificación– el syngas.
Gasificación por plasma: Mediante este proceso, los residuos son transformados en gas de síntesis mediante el uso de distintos electrones, iones y partículas neutras que conforman el plasma.
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Procesos de tecnologías de tratamiento biológico
Biometanización: También conocida como “digestión anaerobia”, la biometanización es un proceso en el que bacterias capaces de sobrevivir y multiplicarse en ausencia de oxígeno descomponen la materia orgánica; lo que resulta en biogás y residuos sólidos estabilizados.
De estas tecnologías, las más populares para la valorización de residuos son la incineración y coincineración, así como la digestión anaerobia.
Ventajas del uso de residuos como fuente de energía
El uso de residuos orgánicos tiene distintos beneficios ambientales e incluso algunas ventajas para aquellas empresas que implementan alguno de estos procesos.
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El uso de biomasa y la valorización de RSU puede disminuir el nivel de emisiones de CO2 en comparación con los combustibles fósiles.
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También disminuye la cantidad de residuos resultantes.
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Puede abonar a la minimización de erosión y degradación del suelo por la plantación de cultivos energéticos en tierras abandonadas.
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Se impulsa la transición a fuentes de energía más limpias y renovables, como la ganadería y agricultura, que pueden hacer uso de sus residuos.
Otra de las formas en que se pueden valorizar los RSU y transformarlo en opciones energéticas más sostenibles son los Combustibles Alternos Sólidos. Estos, como su nombre indica, son fuentes de energía en estado sólido que derivan de la incineración o coincineración de residuos no peligrosos. Su producción y uso ofrece múltiples ventajas a las industrias, sin mencionar los beneficios que tiene para el medio ambiente.