Actividad industrial: ¿Posible la armonía con medio ambiente?
La actividad industrial tiene diversos efectos negativos para nuestro planeta, los cuales provocan...
Hoy en día, uno de los problemas ecológicos más importantes es el rápido aumento en la extracción de recursos naturales y la lenta regeneración y recuperación de los mismos. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, la extracción de recursos naturales se ha triplicado desde 1970 y esta tendencia sólo irá en aumento a menos de que nos replanteemos nuestras formas de producción y consumo.
ÍNDICE
Frente a este complicado escenario, resulta vital recordar cuál es la importancia del uso sustentable de los recursos naturales. Por ello, en este artículo te hablaremos precisamente de este tema y daremos un repaso a algunos conceptos indispensables para profundizar en las problemáticas ambientales de la actualidad.
¿Qué son los recursos naturales?
Antes de hablar siquiera de por qué es importante optar por la sustentabilidad en su uso, debemos puntualizar a qué nos referimos cuando hablamos de “recursos naturales”.
Según la Universidad Libre de Berlín, los recursos naturales pueden definirse como los “materiales creados en la naturaleza y que pueden ser utilizados por humanos”. Esta acepción señala que, por sí solos, los elementos de la naturaleza (como el carbón, el agua, la tierra y los gases naturales) tienen un carácter neutral hasta que las personas reconocen su presencia e importancia y comienzan a desarrollar métodos para capitalizarlos.
Estos materiales, al ser extraídos, se modifica el entorno al que pertenecen originalmente; sin embargo, su uso en las actividades humanas también repercute en el medio ambiente.
Clasificación de los recursos naturales
A pesar de que los recursos naturales pueden ser clasificados de distintas maneras, a continuación te compartimos algunas de las más comunes:
Recursos bióticos y abióticos
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Recursos bióticos:
Se componen por aquellos elementos vivos que forman parte de un ecosistema, como animales y plantas.
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Recursos abióticos:
Contrario a los bióticos, los recursos abióticos son los componentes físicos y químicos del ambiente, algunos de los cuales nos permiten vivir, como el oxígeno, los minerales, la luz solar, etc.
Recursos renovables y no renovables
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Recursos renovables
Bajo esta clasificación se contempla todo aquello que se regenera de forma natural tras su uso o consumo en un tiempo determinado que, generalmente, contempla el tiempo de vida promedio de una persona.
Dentro de esta categoría encontramos al aire, el agua, la energía proveniente del sol, el calor de la misma Tierra, materia orgánica, así como productos agrícolas dedicados a la alimentación y otros fines, como la industria y la energía.
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Recursos no renovables
Se les llama “no renovables” a aquellos recursos cuyo ritmo de consumo supera de forma superlativa el tiempo que tardan en recuperarse.
Algunos ejemplos de estos recursos son: algunos minerales y metales, carbón, petróleo y gas natural, entre otros.
Importancia del uso sustentable de los recursos naturales
Como sabemos, a través de un sistema finamente balanceado, el medio ambiente nos permite obtener recursos para nuestro beneficio, sin alterar su orden y generar consecuencias catastróficas. No obstante, a medida que la población mundial crece, la tecnología avanza y las necesidades de consumo y producción se ven aumentadas, el ritmo con el que se han sustraído los recursos supera a aquel con el que se regeneran.
Así, la minería a gran escala, la tala indiscriminada de árboles, la pesca sin control, la sobreexplotación de suelos, la extracción desmedida de combustibles fósiles y los altos niveles de contaminación en el agua, han provocado serias consecuencias para toda la vida en la Tierra, como:
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Devastación de hábitats naturales
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Extinción de especies animales y vegetales
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Alteración de las cadenas alimenticias
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Deforestación
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Erosión de suelos
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Incendios forestales
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Aumento de la contaminación ambiental
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Aceleración del calentamiento global
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Cambio climático
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Escasez de recursos
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Aumento de pobreza
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Surgimiento de nuevas enfermedades
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Entre otras
Todos estos fenómenos resultan graves para el mantenimiento de la calidad de vida de todos los seres en el planeta. Este es el momento indicado para plantearnos soluciones y procurar una buena relación entre nuestro planeta y el desarrollo de los que habitamos en ella.
Por ello debemos de apostar por un uso responsable de los recursos que nos permita satisfacer nuestras necesidades actuales, sin comprometer el futuro de las próximas generaciones. ¡Justo eso es la sostenibilidad! El compromiso de todos en la actualidad debe ser garantizar un equilibrio entre el desarrollo económico, el bienestar social y el cuidado del medio ambiente.
Economía circular: la meta por un futuro sustentable
Una forma en la que las industrias y las personas pueden tomar acción y cuidar de los recursos es a través del aprovechamiento máximo de los mismos gracias a la economía circular.
La economía circular es un sistema de aprovechamiento de recursos que tiene como objetivo principal permitir la reducción, reutilización y reciclaje de residuos.
Este tipo de economía está diseñado para convertir todos los residuos que producen las empresas y particulares en un recurso valioso que pueda ser utilizado nuevamente en el ciclo de producción, en lugar de eliminar los productos al final de su vida útil.
De esta manera, un modelo económico circular se basa en tres principios:
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Reducir los residuos y la contaminación
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Prolongar la vida y utilidad de los productos
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Permitir que los sistemas naturales se regeneren
Tratamiento del agua: el uso sustentable de un valioso recurso
Pasar de un paradigma lineal de la economía hacia un modelo circular no se limita a la valorización y reutilización de residuos sólidos, como algunos podrían pensar, sino que también contempla el tratamiento de aguas residuales.
Comúnmente, el agua de residuos tiene altos niveles de contaminantes que son nocivos para las personas y los ecosistemas, por lo que su reutilización debe darse tras un proceso correcto que elimine dicha polución.
Los distintos niveles y tipos de tratamiento –desde térmicos, fisicoquímicos hasta biológicos o de membrana– tienen claros beneficios para el medio ambiente, pero también pueden ser de utilidad para las industrias, como:
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Mayor rentabilidad económica
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Menor dependencia del suministro local
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Respeto al medioambiente como ventaja competitiva
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Prevención frente a escenarios de escasez
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