Mucho se escucha sobre la importancia de la eficiencia energética; sin embargo, a veces no llegamos a comprender el concepto por completo y todo lo que significa poder llevarlo a la práctica en una empresa y/o edificio. ¿Conoces realmente qué es la eficiencia energética y los beneficios que nos trae el reducir nuestros consumos de energía?
¿Qué significa "eficiencia energética"?
Una instalación es energéticamente eficiente cuando consume una cantidad inferior a la media de energía necesaria para realizar operaciones. El objetivo es optimizar la relación entre la energía consumida y los productos o servicios finales obtenidos; todo esto sin sacrificar la calidad de producción.
La importancia tan significativa de la eficiencia energética se traduce principalmente en el cuidado del medio ambiente, reduciendo el impacto ambiental en búsqueda de un mundo sostenible. Se trata de la única forma de utilizar adecuadamente los recursos energéticos que precisa una empresa para funcionar sin agotar al planeta. Implementarla le significa a la empresa una serie de medidas administrativas que le benefician tales como certificados ambientales, que buscan promover el uso adecuado de la energía a toda escala.
No obstante, es de suma importancia recalcar el hecho de que la eficiencia energética no trata solamente de aplicar esfuerzos en las medidas enfocadas a la protección del medio ambiente. No es la única ventaja que tiene la eficiencia energética, ya que existen otras ramificaciones que se derivan en consecuencias positivas de esta idea básica de aprovechar hasta la última gota de energía producida en la mejor forma posible.
Sin duda, el beneficio más atractivo de la implantación de medidas de eficiencia energética, es el conseguir reducir los gastos relacionados con la energía. Pero la realidad es que va más allá de simplemente pagar menos en tus costes operativos: la eficiencia energética nos trae múltiples beneficios adicionales que trascienden el ámbito estrictamente energético. El experto en la materia Steven Fawkes se ha encargado de difundir lo que él define como “ventajas no energéticas de la eficiencia energética”. Veamos algunas de ellas:
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Reducción de los costes de operación y mantenimiento.
Como bien sabemos, la eficiencia energética consigue también reducir costes de operación y mantenimiento.
Implantar medidas de eficiencia energética es también una demostración pública del interés por parte de la empresa por construir un mundo más sostenible. Ser eficiente energéticamente es un valor añadido de utilidad a la hora de captar clientes, quienes cada vez son más exigentes en cuestiones ambientales.
Al darle una atención prioritaria a la eficiencia energética para mantener e incrementar la sostenibilidad, la empresa obtiene una ventaja competitiva que le ayudará a destacar entre sus competidores.
Con la eficiencia energética se disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero y se demuestra una mayor atención por la preservación de los recursos naturales. Incluir esto en un programa de Responsabilidad Social es dar una buena imagen que la empresa puede aprovechar incluso a nivel comercial.
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Mayor rendimiento de los trabajadores.
Hay estudios que demuestran que rinden más los trabajadores de empresas que se preocupan por la eficiencia energética y la sostenibilidad. La razón de esto es que uno de los aspectos que influye en mayor medida en la productividad de los empleados es la iluminación. Los trabajadores ganan un gran confort y disfrutan de una mayor calidad de luz que les estimula aún más a desarrollar sus tareas.
Además de mejorar su rendimiento, los trabajadores están más a gusto y gozan de una mejor salud. Tras analizar a 109 trabajadores de 10 empresas distintas de Estados Unidos, la Harvard School of Public Health llegó a la conclusión de que los empleados que trabajan en edificios eficientes energéticamente, tienen una función cognitiva un 26.4% superior, una calidad del sueño un 6.4% mejor y registran un 30% menos de síntomas de lo que se conoce como “edificio enfermo”.
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Menor rotación de la plantilla.
Por si fuera poco, la eficiencia energética también es un factor en la atracción y retención de talento. Actualmente, los empleados no evalúan solamente las condiciones laborales, también es altamente valioso para ellos el tener la oportunidad de trabajar en empresas que se preocupan por el bienestar de la sociedad y el medio ambiente. Ser eficiente energéticamente es, en este sentido, un punto a favor a la hora de captar a los mejores profesionales o evitar que se vayan a la competencia.
Gestión energética
Si lo analizamos en términos matemáticos, la eficiencia energética es el cociente entre la cantidad de energía efectivamente aprovechada y la energía consumida para el efecto buscado. Por consiguiente, es necesario medir la energía consumida para poder saber si estamos siendo eficientes o no al usarla.
Para lograr lo anterior, es necesario contar con herramientas y soluciones que faciliten esta medición. Sin la tecnología adecuada es difícil lograr una gestión eficiente. Contar con un buen sistema de control y monitoreo, mejorará el desempeño energético de tu empresa y/o edificio.
Veolia es un ejemplo de cómo gestionar de forma eficiente la energía en edificios. Su centro de control Hubgrade les permite controlar y operar las instalaciones de forma remota y en tiempo real. Esto significa aprovechar el conocimiento de los expertos para optimizar el consumo energético de las operaciones y garantizar tanto el confort de los usuarios y minimizar el impacto ecológico.
Esto resulta importante, pues con una buena gestión energética se implementan soluciones desde la construcción y modernización de instalaciones, incluyendo energías renovables o fuentes alternas, tales como biomasa, geotérmica, WTE, recuperación de calor y co-generación.